VICO-GONZ
Recopilación y descripción de obra.
"Una cruz con dos chapitas". (obra disparadora de la serie)
Texto aclaratorio de obra.
El protagonismo del Clavo
La cruz es un símbolo que se convierte en un signo de que algo no anda bien en
En la obra “Una cruz con dos chapitas “aparecen los clavos pero no está el “crucificado/clavado. Los que sí aparecen, sutilmente, son los “manejados”- título original de la obra - representando una enorme parte de
Temerosos de qué sería la pregunta consecuente; pero, ya que es una pregunta que carece de respuesta, o bien que tiene demasiadas, se pierde en una sumatoria de agotadoras argumentaciones sin sentido.
Más o menos en este punto de la cuestión es cuando mi “mirada “se dirige al modestísimo clavo. Sí, el clavo que se sobrepone y toma protagonismo (siempre lo tuvo) mostrando a quién quiera ver la responsabilidad histórica/filosófica/mística que le corresponde como verdadero símbolo ya que lleva incrustado en sí mismo la representación de los males más habituales y esenciales de
Obediencia: Ciega, sin cuestionamientos: si hay que crucificar…crucifiquemos…si hay que clavar…clavemos…NO PENSAR NO INDIVIDUALIZAR.
Esto, tranquilamente, nos puede llevar a pensar que el clavo simboliza también
Si revisamos la historia veremos con cuanta frecuencia aparecen los clavos cumpliendo su función primaria de asegurar que lo indeseable ( para algunos ) no trascienda, no sobreviva, no se multiplique… si no , por el contrario, que quede clavado , inmovilizado y… con el tiempo…muerto.
El que detenta el poder (cualquier poder) es el que ordena clavar…el que lleva obedientemente a cabo la acción… ¿Quién es?
La cruz es una forma accidental elegida en su momento porque cumplía con los requisitos de tortura necesarios, pero el clavo es el que convirtió el hecho en crucifixión. La cruz podría muy bien representar los cuatro puntos cardinales principales si no hubiera alguien clavado en ella… entonces ¿Por qué adquirió tan notable protagonismo?, ¿Puede pensarse en una crucifixión sin clavos…sin la obediencia y la pasividad de los seres que ejercían la acción de clavar?. Saquemos los clavos de la cruces y veamos qué queda.
Observemos más al clavo protagónico (que nada puede hacer por sí mismo) y a los numerosos “empuñadores” de martillos dispuestos a clavar lo que sea donde sea (no solo en cruces) con finalidad dudosamente ejemplificadora.
Más tarde… podemos echar también una mirada a los “empuñadores “de cruces (que son por su forma similares a martillos) y preguntar inocentemente: ¿y los clavos? No todas las cruces son crucifijos… ¿verdad?...Pero sí todos los clavos son clavos.